sábado, 18 de octubre de 2008

21

El hombre se despierta con el despertador en la boca y, apenas palpa la almohada increíblemente húmeda por el sudor, se arroja al suelo y empieza a suplicar.
-¡Pero no! ¡Por favor! ¡No...
-Es muy tarde, man, te llevamos.
-Pero... pero... pero...
Su mente también sudada vacila y se atrofia. Hace un movimiento poco feliz para esquivar a los recién llegados que lo alcanzan por la espalda, lo taclean, lo derriban. En un acto desesperado, se libera y, rabioso, se desliza debajo del diván.
-Sal de ahí, chivita, chivita, sal de ahí, de ese lugar...- empieza uno, y los demás se le unen entre gritos y carcajadas. Todos juntos:
-…el palo no quiere pegarle al lobo, el lobo no quiere sacar a la chiva, y la chiva no quiere salir de ahí…
-Salí ya…- agrega otro, sacrificando el hilo de la canción-…o vamos nosotros y sacamos a la chiva.
-¡Pero si soy un buen pibe!
-Sed nihil, vir. Quam minimum credula postero.
-Chupáme la pija.

lunes, 13 de octubre de 2008

Secuelas

Lo hicieron pasar a un cuarto muy similar. Las ventanas estaban tapadas con tablones de madera dispuestos en cruz y fijados con unos pocos clavos. El mismo personaje se acostaba esta vez sobre un diván y daba vueltas inquieto, como buscando una posición adecuada para descansar. Otro sahumerio ridículo se consumía sobre el escritorio desde hacía ya tres días, y siempre era el mismo. Increíble, ¿no?
En el momento exacto en que llegan a ese diván en que reposa el hombre (siempre el mismo, es bueno recordarlo), el tipo parece haber encontrado la posición deseada y, a los ojos de los recién llegados, dormita sin preocupaciones.
-Hey, despertáte- murmura el primero que lo ve ahí echado. El hombre emite un ruido algo parecido a un bostezo o a un gemido, se incorpora sobre el diván y mira al que lo despertó.
-Dejáme dormir. Hace sueño acá adentro, ¿no te das cuenta? Dejáme dormir, que si no duermo se me van a salir los ojos.
-No importa, podés dormir todo lo que quieras.
-No me creen nada, ¿no?
-¿No creemos qué?
-Que se me van a caer los ojos si no les doy la espalda y sigo durmiendo.
-Tenés una cicatriz en la cara.
-No, ¿en serio?