lunes, 4 de febrero de 2008

Agnes

Agnes mira el sol y no teme
mira fijo y los rayos no la alejan
sino que la repliegan sobre sí misma
y la hacen preguntarse:
“¿Qué color te duele más
o el chillido de ese amarillo sostenido?”

Agnes prefiere el azul cromático de los trastes
I, II y III de la tercera cuerda
Y no el azul marino que me ahoga
Y no sé nadar muy bien

A Agnes le hacen cosquillas las consonantes sonoras,
La b seguida de s
Y también, a veces,
Incluso la chocolatada caliente

El olor a verano no lo percibe hace ya un tiempo
y su mero recuerdo la hace lagrimear

El flan con crema la excita casi más
que el estornudo orgásmico del amarillo

Y podría jurar que hay acordes
que sólo se escuchan una sola vez en la vida
Que son imposibles de reproducir

Que si fuera por ella
Al té lo tomaría con pajita
Y la sopa la dejaría
Para noches anónimas
Y de serena introspección

2 comentarios:

María José Imperial Pelaggio dijo...

creo que esto funcionaría mejor en horizontal, menos las últimas dos estrofas que quedan bien en verso. No sé, me parece que se leería de otra manera y sonaría mejor. Vos qué pensas?

Jean Sawyer dijo...

Ah, puede ser. Lo de los versos lo dejé medio así al azar.
En los otros hice algo parecido y vos me comentaste también algo similar.
Evaluaré la posibilidad para futuros poemas, o para estos mismos.
Creo que puede deberse a que me regalaron un libro de Juan Gelman para Navidad, jajaj :P :S.

Un beso, Majo.
Nos hablamos.